domingo, 10 de mayo de 2009

Mi mamá de Pokémon me quiere un montón. Primera parte.

Estaba yo aburriéndome, pensando que si Ana Obregón es bióloga yo tengo un título en física nuclear, cuando recordé que aún no había empezado a jugar en serio con mi rom de Pokémon Platino.

Es decir, que me dio mono de videojuego y me puse a jugar simple y llanamente por vicio. Viva y bravo.

Empezamos con un siniestro señor que nos ofrece amablemente abrir una PokéBall en la que se oculta nada más y nada menos que un Buneary, la creme de la creme entre los Pokémon de alto standing que evolucionará a Lopunny, más conocido como Pokémon Playboy.

Tras dejarnos claro cuál es la utilidad de los Pokémon con un "A veces jugamos, otras veces trabajamos codo con codo con ellos", el amable anciano nos pregunta si somos hombre o mujer. Al parecer, no va muy bien de la vista. El señor, después de eso, nos pregunta por nuestro nombre. Os aconsejo, niños, darle uno falso. No tiene cara de buena persona. No no no.

Y, para sorpresa mía (miento, después de años de Pokémon no me sorprendí nada. Pero ssshh) nos pregunta por nuestro amigo del alma al que no hemos visto jamás y nos pide que le pongamos nombre. La tentación es demasiado grande como para combatirla...


Púes claro que se llama así. En mi país es un nombre de lo más común.

Chitón.

Después de transformarnos en enanos cabezones de cuerpo desproporcionado por alguna absurda razón, Gay entra en nuestra casa sin motivo aparente, correteando y toqueteando todas nuestras cosas con alegre hiperactividad para desaparecer diciéndonos en un muy amenazador tono que si no llegamos pronto a nuestra "cita"...tendremos que hacerle la cama durante un mes.

Sin ganas de desentrañar el oscuro significado tras las palabras de nuestro querido amigo gay, bajamos las escaleras de nuestro cuarto.

Y ahí está mamá, cabezona y enana, sobre un cojín azul.

La queremos mucho y ella nos quiere a nosotros...pero la magia termina cuando mamá se vuelve un ser horrible y sin compasión...


"PERO COMO NO LO TIENES...UY, QUÉ PEEEENA..."

Eso es una madre y lo demás son tonterías.

He dicho.

Este encontronazo nos duele...pero no es el último golpe que nos dará la vida...


¡Gay se ha dado a la bebida y a los estupefacientes! ¡Su cerebro no funciona como es debido! ¡Habla idiomas extraños y dice cosas aún más extrañas! ¿¡Por qué, Gay, por qué!? ¿Qué será ahora de nosotros y nuestro amor de amigos inseparables que se acaban de conocer pero que saquean sus casas mutuamente?

Lloremos todos juntos por Gay, por su cruel y trágico destino y final...

Y guardemos el luto durante esta noche para que, mañana, podamos seguir adelante sin mirar atrás y ver a nuestro querido Gay en una acera rogando un euro más.

(Sí, vale...¿qué? Pienso hacer esto con Pokémon Platino hasta que me aburra.)

1 comentario:

  1. ¡QUIERO QUE LLEGUE YAA!
    Por cierto, el señor Gay es distinto en todas las ediciones de pokémon. ¿Eso significa que tengo muchos amigos?

    ResponderEliminar