sábado, 23 de mayo de 2009

Así que nunca has oído hablar del slash o el yaoi: Bienvenido al mundo bizarro.


Ajá, queridos amigos. ¿Cómo no voy a chotearme de algo que me gusta tanto? Estaba cantado ¡CANTADO! He de decir que documentarme para esto no ha supuesto ningún suplicio...de hecho, ha sido de lo más divertido y educativo. Sobretodo lo segundo.

Pero, sin más dilatac...dilación (qué se me escapan las palabras...¡se me escapan!) empecemos con el asunto de hoy:

El yaoi y el slash son algo así como cosas gays en el sentido literal de la palabra. Muchos penes y nada de tetash. Supongo que todos aquellos que se preguntaban por qué gusta tanto a las chicas ya tienen una respuesta.

Al parecer, es más apreciado cuanto más extravagante sea la relación. Si te encuentras algo normal, tu alma y tu corazón lloran al unísono llenos de increible dolor...pero cuando aparece algo más raro que Mariñas sin insinuarse a Cantizano te llenas de emoción y gran entusiasmo ante lo exótico de tu descubrimiento.

Seamos razonables, señores. ¿A quién le gusta leer sobre unos sosainas que lo tenían todo hecho? Todos nos morimos por leer cosas del tipo:

"Y de pronto Harry Potter, que nunca había considerado siquiera la opción de ser homosexual, llegó a la conclusión de que estaba profundamente enamorado de Draco Malfoy".

Claro que sí. De hecho, fue verlo y ¡ZASCA! amor a primera vista, oigan. El rubiales me pone un huevo, cabeza-zanahoria. ¿Y a mí qué? Yo estoy mirando culos y tetash.

Ahí es nah.

Luego están esos autores que piensan y llegan a la conclusión de que, hagan lo que hagan, alguna pareja les van a sacar...y deciden convertir sus obras en una alegre pornofiesta gay. Anne Rice, por ejemplo. Lestat tenía más pluma que un cubrecamas nórdico y Armand era la loca más loca del reino después de Marius. Eso sin mencionar a Louis, que no daba dos pasos sin pensar "Lestat es malo, ay ay ay cómo me duele el alma. Matadme ya." Sin duda, Anne es la señorita que más evidente ha hecho que sus personajes son homosexuales y la única que, además, se ha asegurado no tener que arrancarse los ojos al leer cosas que escribiría un caniche colgado de speed impidiendo con alegre fervor que se escribiesen fanfics sobre su obra literaria.

¿Y qué son los fanfics? Son cosas que escriben lectoras y lectores sobre las parejas estrella. A cada cual más bizarro y hablo muy en serio. He llegado a leer fanfics en los que la excusa para el sexo era arreglar una tostadora.

¡ARREGLAR UNA JODIDA TOSTADORA!

En fin...tema aparte son los foros yaoi. Son raros en su especie y triunfan más bien pocos. La trama es o absurda o inexistente. Y por absurda quiero decir, por ejemplo: mágico, luminoso y feliz colegio que se sustenta a base de porno. Culos, penes y tetash. No, un momento...tetash no. Pero culos y penes muchos.

Después de haber hablado de todo esto, llegamos a la parte más bizarra y horrible del asunto: El Mpreg o embarazo masculino. Es horrible, va contra todas las leyes de la naturaleza y las excusas para embarazar al primero que pase por la calle son pésimas.

"Em...sí...esto...¡radiación! ¡mucha radiación! BUUUUH"

Jo...yo quería algo más diver que radiación...la radiación es un rollo y no explica por qué ese tío lleva un bombo. Supongo que sabéis a donde quiero llegar...

Queridos y queridas autores y autoras de yaoi: El Mpreg es malo. En serio. Mató a mi padre y violó a mi madre. No lo hagáis nunca más. Os saldrán granos y vendrá el hombre del saco a comeros. Ñam ñam.

Otra cosa graciosa son los argumentos de los fanfics. Generalmente, son tristes excusas para meter pr0n por cualquier lado y la mayoría de las veces tratan de:

a) Grandes amigos de la infancia que con el tiempo han desarrollado algo más que amistad. Vamos, que se les han revolucionado las hormonas y lo que tienen más cerca va a recibir manguerazo.

b) Enemigos jurados, que se odian y repudian pero que soportan una increible tensión sexual vete tú a saber por qué estúpida razón. Son mis favoritos. Pensadlo, de verdad. Eso de "Te odio, pero voy a darte bien por detrás justo en esa esquina" tiene su aquel.

c) Ni pa' ti ni pa' mí. Perfectos extraños que se emborrachan y se acuestan una noche. Genial.

d) Tramas sobrenaturales. Y con estas es verdad que no puedo. "Mira mi dragón mágico" OJOJOJOOO, su dragón mágico. Cuidado, que escupe.

Básicamente...es eso. Os lo juro, no hay más. Siempre siguen ese esquema. Así de mágico es el mundo del slash y el yaoi.


"Ay, ladrón, que te voy a poneh er culo como la bandera Japón"


Lo que yo os diga, enemigos de toda la vida (de los de sacarse los ojos si pudiesen) retozando como alegres colegialas en el pasto. Qué hermoso, qué bello, qué emotivo y qué ilógico y bizarro.

Por cierto...si alguien os pregunta:


Hasta aquí llega todo lo que tenía que decir, por ahora, sobre este fantastibuloso género. ¿Habrá segunda parte?

Quién sabe...

2 comentarios:

  1. xDDD voy a leerme la segunda parte, que anda que me he reído poco

    (muy educativo, si señor, desconocía yo tan mágico y misterioso mundo)

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